Deja reposar: Deja reposar la mezcla durante 10-15 minutos. Este paso es crucial ya que la avena necesita absorber los jugos de la manzana para que la mezcla adquiera una consistencia adecuada.
Forma las galletas: Con la ayuda de una cuchara, forma pequeñas bolitas y aplánalas ligeramente en una bandeja para hornear forrada con papel vegetal o una esterilla de silicona.
Hornea: Precalienta el horno a 180°C (350°F) y hornea las galletas durante aproximadamente 15-20 minutos, o hasta que estén doradas y firmes al tacto.
Deja enfriar y disfruta: Una vez listas, saca las galletas del horno y déjalas enfriar sobre una rejilla. Estas galletas se pueden almacenar en un recipiente hermético durante varios días, ¡aunque lo más probable es que desaparezcan rápidamente!
Consejos y Conclusión
Si deseas agregar un toque extra de dulzor sin recurrir al azúcar, puedes incorporar dátiles triturados o un par de cucharadas de miel o sirope de agave a la mezcla. Este pequeño ajuste mantendrá la receta saludable mientras potencia el sabor natural de la manzana y la avena. Además, si prefieres una textura más crocante, tuesta la avena antes de incorporarla a la mezcla; esto le dará a tus galletas una profundidad de sabor adicional.
Con estas deliciosas galletas de avena y manzana, podrás disfrutar de un dulce casero que no solo es sabroso, sino también increíblemente nutritivo. Al estar libres de azúcar y harina refinada, son perfectas para cualquier persona que busque una alternativa saludable para satisfacer sus antojos. Además, su preparación es tan simple y rápida que en poco tiempo tendrás una merienda lista para disfrutar. Ya sea que las hagas para acompañar una tarde con amigos o simplemente como un capricho saludable, estas galletas se convertirán en un básico de tu cocina. ¡Prueba esta receta hoy y comienza a disfrutar de todo el sabor sin culpa!