Comer pescado se recomienda a menudo para la salud, pero no todos son iguales. Los peces de cultivo a menudo están expuestos a contaminantes como los PCB (bifenilos policlorados), sustancias que se sabe que son nocivas . Además, el uso de antibióticos y pesticidas en estas granjas puede tener efectos nocivos para nuestro organismo. Si es posible, elija pescado salvaje o procedente de granjas respetuosas con el medio ambiente.
Barbacoa y cocción a alta temperatura: una trampa invisible
Asar a la parrilla en verano tiene un sabor único, pero también puede ser arriesgado . Cuando la carne se cocina a altas temperaturas, especialmente en una barbacoa, se forman hidrocarburos aromáticos policíclicos (HAP). Estas sustancias están clasificadas como carcinógenos potenciales . Para limitar los riesgos, favorezca cocciones suaves y evite trozos de carne demasiado carbonizados.
Aceites hidrogenados: enemigos invisibles
Los aceites hidrogenados, también llamados “grasas trans” , que desde hace mucho tiempo se utilizan para mejorar la conservación de los alimentos, ahora están siendo cuestionados . Presentes en muchos productos industriales (galletas, platos preparados, margarinas), no sólo son malos para el corazón, sino que también podrían favorecer la aparición de ciertos tipos de cáncer. Lea atentamente las etiquetas y elija aceites naturales como el de oliva o el de colza .
Palomitas de microondas: un placer de doble filo
Fáciles y rápidas de preparar, las palomitas de microondas deben consumirse con precaución . Su sobre contiene perfluoroalquilos , unas sustancias químicas que pueden migrar a los alimentos cuando se calientan. Algunos estudios han relacionado estos compuestos con un mayor riesgo de cáncer de hígado y de páncreas. Prefiero una versión casera con palomitas y un poco de aceite.
Mohos y micotoxinas: un peligro invisible en tu plato
continúa en la página siguiente