Los cambios en los hábitos urinarios son una de las primeras señales de advertencia de que sus riñones están en peligro. Estos incluyen:
Aumento de la micción, especialmente durante la noche.
Disminución de la producción de orina
Orina espumosa o burbujeante, lo que podría indicar pérdida de proteínas.
2. Fatiga y debilidad
Los riñones ayudan a producir glóbulos rojos liberando una hormona llamada eritropoyetina. Cuando la función renal disminuye, puede desarrollarse anemia, que causa fatiga, debilidad y dificultad para concentrarse.
3. Hinchazón (edema)
La retención de líquidos debido a un mal funcionamiento de los riñones provoca hinchazón en:
Piernas
Manos
Rostro
Abdomen
4. Dolor de espalda persistente
Un dolor intenso debajo de la caja torácica o sensibilidad en la espalda podrían estar relacionados con infecciones del tracto urinario o cálculos renales no tratados.
5. Pérdida de peso inexplicable o pérdida de apetito
La enfermedad renal puede causar pérdida de apetito y de peso debido a la acumulación de desechos en la sangre. Puedes sentirte lleno incluso cuando no has comido mucho.
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