Por fin te estás relajando, preparándote para dormir… pero un leve zumbido te interrumpe. ¡Ese mosquito asqueroso te rodea de nuevo y no aparece! Lo has intentado todo: encender la luz, taparte la nariz con la manta… nada funciona. ¿Y si la solución estuviera en la palma de tu mano?
Una técnica sencilla… ¡usando tu teléfono!
Sí, has leído bien. No necesitas levantarte ni convertirte en un ninja de los mosquitos. Solo necesitas tu smartphone. ¿De qué se trata? La luz y el dióxido de carbono de tu exhalación atraen a los mosquitos. Pan comido.
Así se hace:
Recuéstate cómodamente boca arriba en la cama. Inhala profundamente.
Sube el brillo de tu teléfono al máximo.
Colócalo sobre tu pecho con la pantalla iluminada hacia arriba.
Dobla las rodillas si la ropa de cama es clara. Esto proporciona un fondo más visible para localizar al insecto.
Sopla suavemente hacia el teléfono. El dióxido de carbono atrae a los mosquitos de forma natural.
Espera unos minutos. El insecto, intrigado por la luz y tu aliento, se acercará…
Una vez que lo hayas colocado sobre o alrededor de la mosquitera, ¡es tu turno!
Se acabaron las noches molestas causadas por un discreto mosquito.
Este método es igual de efectivo contra mosquitos comunes y tigres. Y, para estar bien preparado, ten a mano un objeto pequeño que te ayude a eliminarlo fácilmente. ¡No hace falta que lo hagas con las manos desnudas a menos que tengas alma de cazador nocturno!
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