En un tranquilo pueblo del norte de México, continuaban los rumores sobre un caso tan extraño como inusual: una suegra y una nuera… embarazadas al mismo tiempo.
Todo comenzó cuando Daniela, la nuera recién casada, vio a su esposo Esteban partir a Canadá, donde había encontrado un trabajo temporal.
Casi al mismo tiempo, su suegro, Don Ernesto, partió a Oaxaca, supuestamente para cuidar a su madre enferma.
Durante casi un año, solo dos mujeres permanecieron en la casa: Daniela y su suegra, Doña Rosa María.
Sorprendentemente, unos meses después, ambas mujeres descubrieron que estaban embarazadas.
Cuando la noticia se extendió por el pueblo, la gente no sabía qué pensar. Algunos decían: «Seguramente la señora Rosa María confundió la menopausia con un embarazo avanzado», mientras que otros susurraban:
«¿Cómo es posible que Daniela esté embarazada si su esposo lleva más de siete meses fuera del país?».
Pero dentro de la casa… no se decía ni una sola palabra. Rosa María seguía llevando a Daniela a sus citas médicas con normalidad.
Las dos mujeres, ambas con barrigas, cocinaban juntas, se cuidaban mutuamente y parecían vivir en perfecta armonía.
Hasta que una fría mañana de invierno, ambas entraron en labor de parto al mismo tiempo.
Debido a las fuertes lluvias, los vecinos alquilaron una camioneta para llevarlas al hospital del distrito, a 30 kilómetros del pueblo.
En el hospital, justo cuando los médicos llevaban a ambas mujeres a las salas de parto, se desató el caos.
La doctora a cargo de Rosa María salió pálida.
El bebé había nacido aún dentro del saco amniótico intacto, y las pruebas iniciales revelaron rastros de un estimulante extraño en el cordón umbilical.
⏬ Continua en la siguiente pagina ⏬