La diabetes es un enemigo silencioso. Puede progresar sin síntomas evidentes, pero el cuerpo suele dar señales sutiles de alerta. Uno de los lugares más importantes para buscar estas señales son los pies. Cualquier cambio inusual merece atención.
Cuando el azúcar en la sangre no está bien regulado, los pequeños vasos sanguíneos y nervios se dañan. Las extremidades, especialmente los pies, suelen ser las primeras en mostrar señales de alerta. Un cambio de color, textura o una sensación inusual nunca debe ignorarse.
Cambios visibles en los pies que pueden revelar diabetes oculta
Varias señales de alerta pueden aparecer en los pies antes de que se diagnostique la diabetes. Estas incluyen piel excesivamente seca, grietas profundas o manchas oscuras que parecen moretones pero que no desaparecen. Estas marcas suelen indicar problemas de circulación que requieren atención urgente.
Otra señal de alarma es el entumecimiento o la pérdida de sensibilidad, lo que se conoce como neuropatía diabética. Sin dolor como señal de alerta, las pequeñas lesiones pueden pasar desapercibidas. Incluso un pequeño corte puede convertirse en una herida grave porque el proceso de cicatrización se ralentiza.
La hinchazón y el enrojecimiento en los pies también son indicadores comunes. Si se acompañan de calor, suelen indicar inflamación o infección. Dado que la diabetes debilita el sistema inmunitario, las infecciones son más difíciles de combatir y más peligrosas.
Si observa estos síntomas, consulte a un médico de inmediato. Un simple análisis de sangre puede confirmar si la diabetes es la causa. El diagnóstico y el tratamiento precoces son fundamentales para evitar complicaciones graves.
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