Limpieza de los calamares:
Limpia los calamares quitando las entrañas, la piel exterior y el hueso interior.
Corta los calamares en aros de tamaño uniforme y lávalos bien.
Remojo:
Remojar los aros de calamar en una mezcla de agua y vinagre blanco (300 g cada uno) durante unos 30 minutos.
Este paso los hará más tiernos.
Enjuague y secado:
Enjuaga los calamares con agua corriente y sécalos bien con un paño o una toalla de papel.
Preparación para freír:
Mezcle la harina con una cucharadita de bicarbonato de sodio para obtener un crujido extra.
Remoja los calamares en agua mineral (o soda) durante unos segundos, luego sumérgelos en la mezcla de harina, asegurándote de que estén bien enharinados.
Achicharrarse:
Calentar abundante aceite de cacahuete en una sartén o freidora profunda a 180°C.
Freír unos aros de calamar a la vez para evitar que baje la temperatura del aceite.
Hornee hasta que estén doradas, aproximadamente 2-3 minutos por lote.
Escurrir y servir:
Escurre los calamares sobre toallas de papel para eliminar el exceso de aceite.
Sirve inmediatamente con rodajas de limón y, si lo prefieres, una salsa de acompañamiento.
Consejo extra:
Para que quede más crujiente, puedes utilizar un empanado doble: sumerge los calamares en harina, luego en agua carbonatada y finalmente de nuevo en harina antes de freír.
¡Buen provecho! 🦑✨