Preparar los champiñones:
Limpia los champiñones con una toalla de papel húmeda para eliminar la suciedad. Evite enjuagarlos con agua, ya que los hongos absorben la humedad.
Si utiliza hongos grandes, córtelos en mitades o cuartos. Si utilizas hongos más pequeños, puedes dejarlos enteros.
Configurar la estación de inmersión:
En un bol, bata el huevo y el suero de leche.
En un recipiente aparte, mezcle la harina, la maicena, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el pimentón, la sal y la pimienta negra.
Rebozar los champiñones:
Sumerja cada hongo en la mezcla de huevo, asegurándose de que esté completamente cubierto, luego páselo por la mezcla de harina, presionando suavemente para asegurar una capa uniforme. Sacuda el exceso de mezcla de harina.
Repita hasta que todos los hongos estén cubiertos.
Calentar el aceite:
En una sartén profunda o en un horno holandés, caliente el aceite vegetal a fuego medio-alto hasta que alcance 350 °F (175 °C). Si no tienes un termómetro, puedes probar el aceite añadiendo un poco de la mezcla de harina; Si chisporrotea inmediatamente, el aceite está listo.
Freír los champiñones:
Freír los champiñones rebozados en tandas, teniendo cuidado de no llenar demasiado la sartén. Freír durante unos 3-4 minutos, o hasta que estén dorados y crujientes por fuera.
Utilice una espumadera para retirar los hongos y colóquelos en un plato forrado con papel toalla para escurrir el exceso de aceite.
Atender:
Sirve tus champiñones fritos crujientes inmediatamente mientras aún estén calientes y crujientes. ¡Quedan perfectos con salsas para untar como ranch, marinara o alioli picante!
Consejos:
Para obtener un toque más crujiente: sumerja los champiñones dos veces para obtener una capa extra crujiente. Sumergirlos en la mezcla de huevo y harina, luego nuevamente en el huevo y cubrirlos nuevamente con la harina.
Variaciones de condimentos: puedes cambiar las especias para que coincidan con tus preferencias de sabor. Agregue pimienta de cayena para darle un toque picante o pruebe condimento italiano para darle un toque herbáceo.
Versión para horno: Si quieres saltear el proceso de freír, hornéalos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino a 400 °F (200 °C) durante aproximadamente 20 minutos, dándoles la vuelta a la mitad del tiempo.
Los champiñones fritos crujientes constituyen un fantástico aperitivo, guarnición o refrigerio. ¡Son crujientes, sabrosos y totalmente adictivos! ¡Avísame si quieres más variaciones o ideas de salsas!
