– En una olla grande, hierve el agua con sal y bicarbonato (si usas).
– Agrega los trozos de piel y cocina a fuego medio por 30-40 minutos hasta que estén blandos pero no deshechos.
– Escurre y seca bien con papel absorbente.
3. Secado (importante para que quede crujiente):
– Coloca los trozos en una bandeja y déjalos secar al aire (o en el refrigerador) por al menos 4 horas, o preferiblemente toda la noche. Esto ayuda a eliminar humedad.
4. Fritura:
– Calienta abundante aceite o manteca en una sartén profunda a fuego medio-alto (180°C).
– Fríe los trozos en pequeñas porciones para que no se peguen.
– Primera fritura (5-7 min): Cocina hasta que empiecen a inflarse y dorarse ligeramente. Retira y escurre.
– Segunda fritura (2-3 min): Vuelve a freír a fuego alto hasta que estén dorados y crujientes.
5. Escurrir y servir:
– Retira y coloca sobre papel absorbente para eliminar exceso de grasa.
– Espolvorea con sal al gusto o sazona con especias (pimienta, ají en polvo, etc.).
– Sirve caliente como acompañante, en tacos, con salsa verde o limón.
– Si prefieres chicharrones más magros, usa piel con menos grasa o retírala antes de freír.

CHICHARRÓN DE CERDO FRITO.
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