- Preparar la masa:
- Calienta ligeramente la leche para que esté tibia, no caliente.
- Añade la levadura y 1 cucharadita de azúcar a la leche tibia. Mezcla bien y deja reposar durante 10 minutos hasta que haga espuma.
- En un recipiente grande, mezcla el huevo, el azúcar restante, el aceite vegetal y la crema. Añade la pizca de sal.
- Incorpora la mezcla de leche y levadura al recipiente y remueve.
- Agrega poco a poco la harina, amasando hasta obtener una masa suave y elástica. Deja reposar cubierta con un paño en un lugar cálido durante 1 hora o hasta que doble su tamaño.
- Preparar el relleno:
- Mezcla el requesón con el huevo, las pasas y el almidón. Remueve bien hasta obtener una mezcla homogénea.
- Formar el pastel:
- Extiende la masa fermentada sobre una superficie enharinada hasta formar un rectángulo.
- Distribuye el relleno de manera uniforme sobre la masa.
- Enrolla la masa con el relleno como si fuera un tronco y coloca en un molde previamente engrasado. Deja reposar durante 20 minutos.
- Preparar el espolvoreado:
- Mezcla la harina, el azúcar y la mantequilla fría hasta obtener una textura arenosa.
- Hornear:
- Precalienta el horno a 180° C.
- Espolvorea la mezcla de harina, azúcar y mantequilla sobre el pastel.
- Hornea durante 35-40 minutos o hasta que esté dorado y al insertar un palillo, este salga limpio.
Consejos adicionales:
- Humedad en el pastel: Si prefieres un pastel más húmedo, puedes añadir una cucharada extra de crema al relleno.
- Relleno variado: Sustituye las pasas por nueces o chispas de chocolate para darle un toque diferente.
- Decoración: Antes de servir, espolvorea un poco de azúcar glas (impalpable) para un acabado más elegante.
- Congelación: Este pastel se congela perfectamente. Corta en porciones antes de congelar para disfrutarlo en cualquier momento.
¡Disfruta de este pastel que conquistará los corazones y paladares de todos!