Mientras esperamos que el horno alcance la temperatura adecuada, vamos a pelar los ajos, y los echamos en un recipiente junto con un chorreón de aceite de oliva virgen, un poco de sal, un poco de pimienta negra y perejil, y lo vamos a batir para formar una mezcla cremosa y de aspecto homogéneo. Se le puede añadir un toque de limón o de vino si queréis dar un toque extra de sabor, de forma opcional, o cualquier otro tipo de especia que os guste, aunque para empezar os recomendamos utilizar este simple aliño.
Esta mezcla la vamos a extender bien por el costillar de cerdo, lo mejor es hacerlo con las manos para untar bien toda la carne con la misma. Una vez que el horno haya alcanzado los 200ºC, vamos a meter las costillas aliñadas en una bandeja y las vamos a hornear sobre 30 o 35 minutos por cada cara.
El tiempo dependerá del grosor de las costillas de cerdo que estemos horneado, ya que no es lo mismo hornear costillas ibéricas que costillas carnudas, que tienen mucha más carne.
Cuando la carne esté doradita por ambos lados, para lo que es interesante dar un toque final con el grill del horno durante unos minutos, con cuidado de que no se nos quemen, ya podemos sacar las costillas al horno y servirlas siempre en caliente. Se pueden acompañar con alguna guarnición para acompañar, como una ensalada o patatas fritas o asadas, y también con alguna salsa que nos guste, alguna especial para carnes.