Al igual que las bragas, los sujetadores tienen una vida útil limitada. Si bien el riesgo de infección es menor al ser una zona menos sensible, existe otro inconveniente (y no menor): la incomodidad. De hecho, si tu sujetador ya no te resulta cómodo, los tirantes se te resbalan constantemente de los hombros y el aro te duele, es hora de cambiarlo. “La falta de comodidad es, por lo tanto, una clara señal de que es hora de comprar un sujetador nuevo. Incluso si tu sujetador no presenta defectos evidentes, podría necesitar ser reemplazado simplemente por el desgaste”, se lee en la página web de Prima Donna, una marca italiana de lencería. Por lo tanto, cuanto más uses y laves tu sujetador, más se desgastará. “Si sigues las instrucciones de lavado correctas, tu sujetador durará años”, especifica la marca.
¿Cuándo debes lavar y cambiar tu ropa interior?
Aunque parezca obvio, es importante recordar que la ropa interior debe cambiarse a diario. Las bragas, los calzoncillos y los calcetines están en contacto directo con la piel y, por lo tanto, pueden causar olores desagradables debido al sudor o incluso a infecciones. A diferencia de las medias, los sujetadores pueden reutilizarse si se cumplen ciertas condiciones. Puedes usar el mismo sujetador “dos días seguidos, siempre que te lo quites durante varias horas entre usos para que se relaje”, explica el dermatólogo Alok Vij en la página web de la Clínica Cleveland. Sin embargo, al hacer ejercicio, “es fundamental cuidar tu sujetador deportivo” y lavarlo después de cada entrenamiento para eliminar los olores y el sudor que se ha acumulado en las fibras.
¿Cómo lavar correctamente tu lencería?
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