Precaliente el horno a 160 °C (325 °F). Engrase un molde desmontable de 9 pulgadas y déjelo a un lado.
En un bol mediano, combine las migas de galletas graham, 1/4 de taza de azúcar, canela molida (si la usa) y mantequilla derretida. Mezcle hasta que las migas estén humedecidas de manera uniforme.
Presione la mezcla de migas de manera uniforme en el fondo del molde desmontable preparado para formar la corteza. Use la base de una taza medidora para presionar las migas firmemente en su lugar. Hornee la corteza durante 10 minutos y luego déjela enfriar.
En un bol grande, bate el queso crema ablandado hasta que quede una mezcla homogénea y cremosa. Agrega gradualmente 1 taza de azúcar y sigue batiendo hasta que se integren bien los ingredientes.
Añade el extracto de vainilla y los huevos, uno a la vez, batiendo bien después de cada adición. Asegúrate de que cada huevo esté completamente incorporado antes de añadir el siguiente.
Mezcle la crema agria y la crema espesa, batiendo hasta que la mezcla quede suave y completamente combinada. Tenga cuidado de no mezclar demasiado, ya que esto puede introducir demasiado aire en la masa.
Vierta la mitad de la mezcla de queso crema sobre la masa enfriada en el molde desmontable. Rocíe la mitad de la salsa de caramelo sobre la mezcla de queso crema.
Vierta la mezcla de queso crema restante sobre la capa de caramelo, extendiéndola uniformemente. Rocíe la salsa de caramelo restante por encima.
Hornee la tarta de queso en el horno precalentado durante 55-60 minutos, o hasta que el centro esté firme y los bordes ligeramente dorados. Apague el horno y deje que la tarta de queso se enfríe en el horno con la puerta ligeramente abierta durante 1 hora.
Saca la tarta de queso del horno y déjala enfriar por completo a temperatura ambiente. Una vez enfriada, refrigera la tarta de queso durante al menos 4 horas o durante la noche antes de servir.
Cómo hacer
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