
Dos veces medallista de oro olímpico falleció a los 31 años
Tras su retirada del biatlón profesional, Dahlmeier mantuvo una profunda conexión con la naturaleza y la montaña. Se certificó como guía de montaña, escribió libros y participó en iniciativas de educación al aire libre y rescate en montaña. Fue ampliamente admirada no solo por sus logros deportivos, sino también por su humildad, espíritu aventurero y compromiso con las causas ambientales.
Su muerte ha conmocionado tanto al mundo del deporte como a la comunidad del montañismo. Han llegado muchos homenajes de fans, atletas y organizaciones de todo el mundo, todos recordando a Dahlmeier no solo como un campeón, sino como una persona inspiradora que vivió la vida con pasión y propósito.