A veces, la venganza más poderosa no es la ira. Es la gracia.
Si crees que el respeto trasciende el idioma, la cultura y el color, comparte esta historia. Porque el silencio habla más que cualquier insulto.
A veces, la venganza más poderosa no es la ira. Es la gracia.
Si crees que el respeto trasciende el idioma, la cultura y el color, comparte esta historia. Porque el silencio habla más que cualquier insulto.