El calabacín con queso sabe mejor que la carne.

Preparar el calabacín:
Precaliente el horno a 375°F (190°C).
Corta los calabacines en rodajas o medias lunas y colócalos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
Sazonar el calabacín:
Rocíe con aceite de oliva y espolvoree con ajo en polvo, sal, pimienta y hierbas secas.
Añade el queso:
Distribuye uniformemente la mozzarella rallada sobre el calabacín y luego cubre con parmesano rallado.
Hornear:
Hornee durante 15-20 minutos, o hasta que el calabacín esté tierno y el queso esté derretido y dorado.
Decorar y servir:
Retirar del horno, decorar con hierbas frescas si se desea y servir caliente.
Variaciones
Si quieres variar las cosas, prueba a preparar una cazuela de calabacín y queso colocando capas de rodajas de calabacín con salsa marinara y queso adicional antes de hornear.

Otra gran opción es el calabacín con queso salteado : cocine el calabacín en una sartén con mantequilla, luego agregue queso crema o cheddar para obtener una textura rica y cremosa .

Para darle un toque bajo en carbohidratos , puedes preparar barquitos de queso de calabacín ahuecando mitades de calabacín, rellenándolas con una mezcla de ricotta, hierbas y mozzarella, y horneándolas hasta que estén doradas. También puedes añadir pan rallado por encima para darles un toque crujiente.

Si te gustan los sabores picantes, espolvorea algunas hojuelas de pimiento rojo o agrega una pizca de salsa picante antes de hornear.

Para una versión de inspiración mediterránea, añade queso feta desmenuzado y aceitunas Kalamata. ¡Las posibilidades son infinitas!

Consejos para preparar el mejor calabacín con queso
Para evitar que el calabacín se empape, sala ligeramente las rodajas y déjalas reposar 10 minutos antes de hornearlas; esto les quita el exceso de humedad. Sécalas con papel absorbente antes de añadir el aceite y el queso.

Para un sabor extra, asa el calabacín antes de añadir el queso. Esto realza su dulzor natural y mejora su textura.

 

También puedes asar el plato durante los últimos 2-3 minutos para obtener una cobertura de queso más crujiente.

Si usa hierbas frescas, agréguelas después de hornear para conservar su sabor intenso. La albahaca, el tomillo o el cebollino funcionan de maravilla. Para un sabor más intenso, mezcle queso crema o espolvoree con queso gruyère a la mozzarella.

Cómo almacenar las sobras
Guarde el calabacín con queso sobrante en un recipiente hermético en el refrigerador hasta por 3 días . Para obtener mejores resultados, caliéntelo en el horno o en un horno tostador a 175 °C (350 °F), ya que el microondas puede ablandarlo.

Para un almacenamiento más prolongado, puedes congelar el calabacín con queso horneado hasta por 1 mes , aunque la textura puede ablandarse al recalentarlo.

Para congelar, coloque el calabacín enfriado en una bandeja para hornear hasta que esté firme, luego transfiéralo a una bolsa apta para congelador.

Si planea preparar la comida, prepare el plato, pero espere a hornearlo hasta que esté listo para servir. Puede guardar el calabacín sazonado y cubierto con queso en el refrigerador hasta 24 horas antes de hornearlo.

Conclusión
El calabacín con queso es un plato sencillo pero delicioso, perfecto para cualquier ocasión. Ya sea horneado, salteado o en una cazuela, es una excelente manera de disfrutar de esta nutritiva verdura mientras disfrutas de un delicioso queso fundido.

Con infinitas variaciones, puedes personalizarlo para adaptarlo a tus antojos: ¡picante, con hierbas o extra crujiente!

La próxima vez que tengas calabacín fresco a mano, prueba esta receta. Es rápida, deliciosa y seguro que se convertirá en una de tus favoritas. Sírvela como acompañamiento de carnes a la parrilla, con pasta o disfrútala sola para una deliciosa comida baja en carbohidratos. ¡Que disfrutes cocinando!

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