Preparación paso a paso:
1. Preparar el horno y el molde
Precalentá el horno a 180 °C (350 °F).
Enmantecá y enhariná ligeramente un molde rectangular, redondo o tipo budín.
2. Batir la mantequilla y el azúcar
En un bol grande, batí la mantequilla con el azúcar hasta obtener una crema pálida y esponjosa (esto toma 3–5 minutos con batidora eléctrica).
3. Agregar los huevos
Añadí los huevos de a uno, batiendo bien después de cada adición.
Sumá la esencia de vainilla.
4. Incorporar los ingredientes secos y la leche
Tamizá la harina con la levadura química.
Agregá esta mezcla en tres partes, alternando con la leche, comenzando y terminando con la harina.
Mezclá con movimientos envolventes hasta lograr una masa homogénea.
5. Hornear
Verté la mezcla en el molde preparado y alisá la superficie.
Horneá durante 40–45 minutos, o hasta que al insertar un palillo, este salga limpio.
Dejalo enfriar unos 10 minutos en el molde antes de desmoldar.
¿Cómo disfrutarlo?
Este pastel es perfecto solo, acompañado de una taza de té o café, pero también es ideal para cubrir con:
Glaseado de limón
Ganache de chocolate
Merengue o azúcar impalpable espolvoreado
Tips infalibles:
Asegurate de que todos los ingredientes estén a temperatura ambiente para lograr una mezcla perfecta.
No sobrebatás la mezcla una vez que agregues la harina, para que no pierda esponjosidad.
Si querés un sabor más intenso, podés añadir una pizca de sal o ralladura de limón o naranja.
Este pastel de mantequilla es el tipo de receta que hacés una vez y terminás repitiendo para toda la vida. ¡Probalo y entendé por qué está volviendo loco al mundo entero!
