Cocción suave: Remueve las manzanas durante unos minutos hasta que el azúcar se disuelva y comiencen a ablandarse. Agrega el agua o el jugo de manzana, tapa la olla y cocina las manzanas de 5 a 7 minutos más, o hasta que estén completamente blandas y ligeramente caramelizadas. El objetivo es que estén blandas, pero que no se deshagan por completo.
Prepara las migas (opcional, si tienes tiempo): En otra olla pequeña, tuesta avena en hojuelas, galletas trituradas o nueces picadas con un poco de mantequilla y azúcar hasta que estén doradas y crujientes. Esto tomará unos minutos.
Instrucciones: Coloca la mezcla de manzana tibia y suave en un tazón. Si lo deseas, espolvorea con migas tostadas y sirve con helado de vainilla o crema batida.
¿Por qué evoca los sabores de la infancia y se deshace en la boca?
Sabores clásicos: La combinación de manzanas, canela y mantequilla evoca los sabores del pastel de manzana tradicional.
Textura suave: Las manzanas horneadas casi se deshacen en la boca, especialmente cuando se comen calientes. Rápido de hacer: Aunque no es un pastel de verdad, su rápida preparación te permite disfrutar de este sabor nostálgico en cualquier momento.
Si buscas una receta de pastel de manzana horneado de verdad, ¡cuéntame y con gusto te la compartiré! ¡Espero que también disfrutes de esta versión rápida y fundida! 😊