familias destrozadas,
los hijos adultos se distancian,
herencias perdidas,
recuerdos preciados ensombrecidos por el conflicto.
Pero también he visto lo contrario: relaciones que enriquecen, apoyan y combinan maravillosamente con los lazos familiares existentes.
La clave es el equilibrio:
Tómate las cosas con calma,
Mantenga una comunicación abierta con sus hijos,
mantener límites,
No te aísles,
No mezcles las finanzas impulsivamente,
y nunca abandones la vida que has construido.