Uso:
Masajea suavemente una pequeña cantidad de aceite de ajo sobre las piernas, articulaciones o zonas con varices doloridas.
Cúbrelo con un paño tibio para mayor comodidad.
Repite su uso una o dos veces al día según sea necesario.
Un consejo:
Aunque muchas personas encuentran los remedios con ajo calmantes, no sustituyen el tratamiento médico. Si tienes dolor persistente, hinchazón o problemas de salud graves, consulta con un profesional de la salud.