El veneno blanco número uno que destruye tus riñones (y no es la sal)
Fatiga inexplicable.
Cambios en la frecuencia o el color de la orina.
Consulte a un médico si nota alguno de estos síntomas.
Consejos adicionales para proteger sus riñones:
Manténgase adecuadamente hidratado.
Controle su nivel de azúcar en sangre y su presión arterial.
Limite el alcohol y el tabaco.
Muévete más y mantén un peso saludable.
Proteger los riñones no requiere cambios drásticos, sólo decisiones diarias más conscientes: menos azúcar, menos sodio, menos comportamiento sedentario y uso responsable de medicamentos.
Los riñones no dan señales de advertencia cuando están dañados, por lo que la prevención debe comenzar hoy.
Un pequeño cambio puede hacer una gran diferencia en tu salud futura.