Añadir la salsa de tomate (opcional): Si deseas darle un sabor más a pizza, puedes untar una fina capa de salsa de tomate sobre toda la superficie de la masa de hojaldre. Esto es opcional, pero le añade un toque especial a las espirales.
Paso 2: Añadir el relleno
Colocar el jamón: Cubre toda la superficie del hojaldre con las lonchas de jamón cocido, asegurándote de que queden distribuidas de manera uniforme. También puedes usar otros embutidos como pavo o salami, según tus gustos.
Agregar el queso: Esparce el queso rallado sobre el jamón. Puedes usar una mezcla de quesos para añadir más sabor y textura. El queso mozzarella aporta elasticidad, mientras que el cheddar o el gouda ofrecen un sabor más fuerte.
Espolvorear orégano: Si te gusta el toque del orégano en las pizzas, espolvorea una pizca de orégano seco sobre el queso. Esto le dará a las espirales un sabor más auténtico de pizza.
Paso 3: Enrollar y cortar
Enrollar el hojaldre: Comenzando por uno de los bordes más largos, enrolla el hojaldre con cuidado y de manera apretada, formando un rollo. Asegúrate de que quede bien compacto para que las espirales mantengan su forma al hornearse.
Cortar las espirales: Con un cuchillo afilado, corta el rollo en rodajas de aproximadamente 1-2 cm de grosor. Coloca las espirales sobre una bandeja de horno cubierta con papel de hornear, dejando espacio entre ellas para que crezcan al hornearse.
Paso 4: Hornear
Pincelar con huevo: Antes de hornear, pincela las espirales con huevo batido. Esto les dará un acabado dorado y brillante. Si lo deseas, puedes agregar algunas rodajas de aceitunas en la parte superior para darle un toque extra de sabor.
Hornear: Precalienta el horno a 200°C y hornea las espirales durante 12-15 minutos, o hasta que estén doradas y el hojaldre esté bien crujiente. El queso debe haberse derretido completamente, creando un relleno jugoso.
Paso 5: Servir y disfrutar
Dejar enfriar: Una vez que las espirales estén listas, retíralas del horno y déjalas enfriar un par de minutos antes de servir. Este tiempo permitirá que el queso se asiente un poco y que las espirales se mantengan crujientes.
Servir: Sirve las espirales calientes como aperitivo o acompañadas de una ensalada ligera. Son perfectas para cualquier ocasión, desde una comida informal hasta un evento más especial