
Este es el primer síntoma del colesterol alto que la mayoría de nosotros ignoramos.
– Enfermedad arterial coronaria, que provoca una disminución del flujo sanguíneo al músculo cardíaco y puede provocar un infarto.
– Accidente cerebrovascular, causado por una disminución del flujo sanguíneo o hemorragia cerebral.
– Enfermedad arterial periférica, principalmente en las extremidades inferiores, que se manifiesta con dolor, entumecimiento, frío, úlceras o gangrena cutánea.
– Aneurisma aórtico, una dilatación y debilidad de la pared de la arteria más grande del cuerpo, que puede romperse y causar una hemorragia interna.
– Embolia pulmonar, una obstrucción de la arteria pulmonar por un coágulo que puede causar dificultad para respirar, dolor en el pecho, tos, cianosis o la muerte.
Claudicación intermitente: un signo de colesterol alto en las piernas
Uno de los síntomas que puede indicar colesterol alto y el desarrollo de arteriosclerosis en las arterias de las extremidades inferiores es la claudicación intermitente. Se manifiesta como dolor, fatiga o entumecimiento en las piernas, especialmente en las pantorrillas, al caminar.
El dolor aumenta con el esfuerzo y requiere detenerse y descansar. Después de un tiempo, el dolor desaparece y se puede continuar caminando hasta que regrese.
La distancia que se puede caminar sin dolor se denomina distancia de claudicación intermitente y mide la gravedad de la isquemia en los extremos.
La claudicación intermitente se produce porque las arterias estrechas no pueden suministrar suficiente oxígeno y nutrientes a los músculos activos de las piernas. Como resultado, los músculos cambian a un metabolismo anaeróbico, lo que provoca la acumulación de ácido láctico y otras sustancias que irritan los receptores del dolor. Por lo tanto, la claudicación intermitente es una señal de que las arterias de las piernas están afectadas por arteriosclerosis y requieren tratamiento.
La claudicación intermitente puede ser muy molesta y limitar la actividad diaria y la calidad de vida. Además, si no se diagnostica y trata adecuadamente, puede progresar y provocar complicaciones más graves, como úlceras, infecciones, gangrena o incluso la necesidad de amputar una extremidad. Otros síntomas de colesterol alto
Además de la claudicación intermitente, el colesterol alto puede estar asociado con otros síntomas, como:
– Dolor en el pecho, dificultad para respirar, palpitaciones o latidos cardíacos irregulares, que pueden indicar enfermedad arterial coronaria o infarto de miocardio.
– Dolor de cabeza, mareos, trastornos del habla, la visión o el movimiento, que pueden ser signos de un accidente cerebrovascular.
– Manchas amarillas en los párpados o el iris, llamadas xantelasmas o xantomas, que están compuestas de colesterol y pueden ser visibles a simple vista.
– Manchas blancas en la córnea, llamadas arco corneal o gerontoxón, que también están relacionadas con la acumulación de colesterol en el ojo.
– Anillos blancos alrededor de las arterias carótidas, conocidos como signo de Mönckeberg, causados por la calcificación de placas ateroscleróticas.
– Manchas blancas en las uñas, llamadas manchas de Mees, que pueden ser el resultado de una embolia periférica causada por coágulos de colesterol. Conclusión: La importancia de la concienciación y la prevención
En conclusión, el colesterol alto es una afección silenciosa, pero potencialmente peligrosa, que afecta a una gran parte de la población.
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