El rímel se seca, se endurece y se congela. Dormir con él puesto puede romper las pestañas, como si se rompiera una ramita. A la larga, puedes notar adelgazamiento, pérdida o un crecimiento más lento. Y entonces, ¡hola, pestañas postizas como solución provisional… cuando una buena rutina de desmaquillaje habría bastado!
Cómo superarlo, incluso en noches de descanso
Todas conocemos esas noches en las que nos falta energía. Para evitar la trampa:
Ten toallitas desmaquillantes o agua micelar en tu mesita de noche. ¡Es tu plan B rápido!
Adopta una doble limpieza: aceite limpiador o agua micelar, seguido de un limpiador suave a base de agua.
Cuida tus ojos: usa un disco de algodón empapado en un desmaquillante específico, aprieta suavemente y déjalo actuar unos segundos antes de limpiar.
Hidrátalo después: incluso dos gotas de crema hidratante pueden marcar la diferencia durante la noche.
Un simple gesto, efectos a largo plazo.
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