Introducción al Flan de Leche Condensada Casero
El flan de leche condensada casero es un postre tradicional que nunca pasa de moda. Su suavidad y sabor dulce lo han convertido en una opción favorita en muchas mesas, tanto en celebraciones especiales como en reuniones familiares. Este flan, a base de leche condensada, tiene una textura cremosa y un sabor delicado que lo hace irresistible.
La receta del flan tiene orígenes muy antiguos, pero fue en América Latina donde adquirió su popularidad gracias a la influencia de la cocina española. Con el paso de los años, muchas variantes han surgido, pero el flan clásico sigue siendo el más querido, especialmente por su sencillez y los pocos ingredientes que requiere.
El flan de leche condensada es tan fácil de hacer que incluso aquellos que no tienen mucha experiencia en la cocina pueden prepararlo sin dificultad. Solo basta con unos pocos ingredientes y un toque de paciencia para obtener un postre digno de un chef profesional.
Ingredientes para Flan de Leche Condensada Casero
Para preparar un delicioso flan de leche condensada casero, necesitarás los siguientes ingredientes:
Leche condensada: 1 lata (395 g) – Es el ingrediente clave para conseguir la textura cremosa y el sabor dulce.
Leche entera: 1 taza (240 ml) – Aporta suavidad y equilibrará la dulzura de la leche condensada.
Huevos: 3 – Los huevos son los encargados de darle cuerpo al flan, creando esa textura suave y aterciopelada.
Azúcar: 1 taza (200 g) – Para hacer el caramelo que cubrirá el flan.
Esencia de vainilla: 1 cucharadita – Añade un toque aromático que complementa perfectamente los sabores.
Agua: 1/4 taza (60 ml) – Para disolver el azúcar y crear el caramelo.
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