¡Guau! ¡Si alguien quiere esto! Bueno si.

Usar bicarbonato de sodio para blanquear los dientes es increíblemente sencillo y casi no requiere esfuerzo adicional. A continuación te indicamos cómo puedes incorporar el método de mi nana a tu rutina diaria:
Prepare una pasta de bicarbonato de sodio: mezcle una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio con agua para crear una pasta espesa. Puedes usar aproximadamente media cucharadita de bicarbonato de sodio y agregar suficiente agua para formar una consistencia pastosa.
Cepille sus dientes: Después de haber preparado la pasta, aplíquela en su cepillo de dientes. Cepille sus dientes como lo haría normalmente, utilizando movimientos circulares suaves. Es importante no ser demasiado agresivo, ya que cepillar excesivamente los dientes con bicarbonato de sodio puede ser abrasivo para el esmalte si se hace en exceso.
Enjuague bien: después de cepillarse los dientes, enjuáguese bien la boca con agua para eliminar cualquier residuo de bicarbonato de sodio restante.
Repita regularmente, pero no excesivamente: para obtener mejores resultados, mi abuela sugiere hacer esto unas cuantas veces a la semana. Es fundamental no exagerar, ya que frotar demasiado puede desgastar el esmalte con el tiempo. Una buena regla general es utilizar bicarbonato de sodio dos o tres veces por semana.

Por qué funciona este truco

 

El truco de mi abuela es efectivo porque elimina las manchas superficiales sin necesidad de utilizar productos químicos agresivos. Muchos productos comerciales para blanquear los dientes contienen peróxido de hidrógeno o peróxido de carbamida, que a veces pueden causar sensibilidad o irritación de las encías. El bicarbonato de sodio, por otro lado, es una alternativa natural y suave que actúa gradualmente para blanquear los dientes sin causar molestias.
He aquí por qué este truco ha resistido la prueba del tiempo:
Rentable: el bicarbonato de sodio es económico y está ampliamente disponible, lo que lo convierte en una opción económica para cualquiera que busque blanquear sus dientes sin gastar una fortuna.
Esfuerzo mínimo: no es necesario reservar tiempo para este método; Simplemente reemplace su pasta de dientes habitual con pasta de bicarbonato de sodio unas cuantas veces a la semana.
Natural y seguro: sin productos químicos agresivos, este método es suave para los dientes y las encías, lo que reduce el riesgo de sensibilidad e irritación.
Beneficios duales: además de blanquear, el bicarbonato de sodio ayuda a mantener la higiene bucal general al reducir las bacterias y neutralizar los ácidos que contribuyen a la caries dental.

Consejos para maximizar los resultados

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