Helado de Chocolate y Café

Posteriormente agregamos la mezcla de comida con el azul a la sanguijuela y la red. Y decidimos tirar la vela al fuego, pero está bien.

Nos tomamos todo el tiempo hasta que vimos que la mezcla empezaba a desaparecer. A veces nos retiramos del fuego y comenzamos a mojar el chocolate en la lata y el café. Estamos buscando eliminarlo.

Golpeamos la mezcla que habíamos preparado, esperamos a que se enfriara y luego la metimos en el frigorífico durante dos horas.

Esta vez pasamos las semillas a un recipiente plano y luego al congelador por un rato. Esta vez alcanzamos a los nuevos y a los que regresaban, y repetimos esta operación cada día, tres o cuatro veces más.

Por último, damos unos golpecitos al recipiente donde lo habíamos vertido y lo vertimos en la licuadora hasta el momento de consumirlo. ¡Delicioso!

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