Fiebre
Dolor de cabeza
Sensibilidad a la luz
Fatiga
Solo con fines ilustrativos
El dolor suele ser el primer síntoma del herpes zóster. En algunas personas, puede ser intenso. Dependiendo de su ubicación, a veces puede confundirse con problemas cardíacos, pulmonares o renales. Algunas personas experimentan el dolor del herpes zóster sin desarrollar sarpullido.
Con mayor frecuencia, el sarpullido del herpes zóster aparece como una banda de ampollas que rodea el lado izquierdo o derecho del torso. A veces, el sarpullido aparece alrededor de un ojo, en un lado del cuello o en la cara.
¿Quiénes corren el riesgo de contraer herpes zóster?
Cualquier persona que haya tenido varicela corre el riesgo de contraer herpes zóster, especialmente a medida que envejece. No se puede desarrollar herpes zóster sin haber estado expuesto al virus de la varicela. Sin embargo, más del 99 % de los estadounidenses nacidos en 1980 o antes han tenido varicela, incluso si no lo recuerdan.
En Estados Unidos, aproximadamente una de cada tres personas desarrollará herpes zóster a lo largo de su vida, generalmente después de los 50 años. Si bien el herpes zóster puede afectar a adultos jóvenes e incluso a niños, es más común en adultos mayores. Las personas con sistemas inmunitarios debilitados también tienen un mayor riesgo.
Solo con fines ilustrativos.
¿Cuáles son las posibles complicaciones?
Si bien el herpes zóster puede ser muy doloroso e incómodo, también puede provocar complicaciones graves. La complicación más común es la neuralgia posherpética (NPH), una afección que causa dolor nervioso intenso en las zonas afectadas por la erupción. El dolor asociado con la NPH puede persistir durante semanas o incluso meses después de que la erupción haya desaparecido. Para algunas personas, el dolor es tan intenso que les resulta difícil vestirse. Afortunadamente, suele mejorar con el tiempo.
Otras posibles complicaciones incluyen pérdida de visión o problemas de audición si el herpes zóster se desarrolla cerca de los ojos o los oídos. En muy raras ocasiones, también puede provocar neumonía, inflamación cerebral o incluso la muerte.
¿Cómo se trata el herpes zóster?
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