Prepara la mezcla de manzanas:
Pela y corta las manzanas en cubitos pequeños.
En una sartén mediana, derrite 1 cucharada de mantequilla a fuego medio. Agrega 2 cucharadas de azúcar y deja que se caramelice ligeramente.
Agrega las manzanas cortadas en cubitos a la sartén y cocina durante 5 a 7 minutos, o hasta que se ablanden y se caramelicen ligeramente. Deja enfriar.
Mezcla los ingredientes húmedos:
En un bol grande, bate 2 huevos con 50 g de azúcar hasta que la mezcla quede ligera y esponjosa.
Añade los 8 g de azúcar de vainilla, 1/2 cucharadita de sal, 125 g de yogur y 50 ml de aceite de girasol. Mezcla bien hasta que todos los ingredientes estén completamente incorporados.
Añade la ralladura de 1 limón para darle un sabor cítrico refrescante y vuelve a mezclar.
Combina los ingredientes secos:
En un bol aparte, tamiza 420 g de harina y 10 g de levadura en polvo.
Añade poco a poco los ingredientes secos a la mezcla húmeda, revolviendo continuamente hasta que se forme una masa suave y no pegajosa.
Incorpora las manzanas:
Incorpora suavemente las manzanas caramelizadas enfriadas a la masa, asegurándote de que se distribuyan uniformemente por todas partes.
Forma y cocina el bizcocho:
Divide la masa en porciones pequeñas y dales forma de bolitas o hamburguesas.
En una sartén antiadherente, cocina cada pieza a fuego lento o medio durante 5-7 minutos de cada lado, o hasta que estén doradas y bien cocidas. Los pasteles deben quedar esponjosos y livianos.
Agrega el toque final:
Mientras aún estén tibios, pincela los pasteles con una fina capa de mermelada de albaricoque para lograr un acabado brillante.
Espolvorea con azúcar en polvo antes de servir.
Consejos de cocina:
Ajusta el dulzor: puedes ajustar la cantidad de azúcar según tus preferencias. Para una versión menos dulce, reduce el azúcar entre 10 y 20 g.
