- Mezcla jabón y agua.
Vierte el agua tibia en tu botella rociadora. Agrega primero el jabón y agita suavemente; esto ayuda a que el aceite de neem se mezcle uniformemente con el agua. - Añade aceite de neem.
Agrega 2 cucharaditas de aceite de neem a la botella y agita bien. Notarás que la solución se vuelve ligeramente turbia, lo que significa que está bien mezclada. - Aplicar a las plantas.
Rocíe directamente sobre las hojas, los tallos y la tierra afectados. Asegúrese de cubrir el envés de las hojas, donde suelen esconderse las plagas. - Repetir regularmente.
Aplicar cada 3 a 5 días hasta que las plagas desaparezcan. Para prevenir, usar el aerosol una vez por semana durante la temporada alta de plagas.
¿Por qué este método funciona tan rápido?
A los jardineros les encanta el aceite de neem porque proporciona resultados rápidos sin dañar el medio ambiente.
- En cuestión de minutos, los insectos dejan de alimentarse y comienzan a huir.
- Después de unas cuantas aplicaciones, el ciclo de vida de la plaga se interrumpe, previniendo infestaciones futuras.
- Rociar temprano por la mañana o por la tarde garantiza que los insectos beneficiosos, como las abejas y las mariposas, estén protegidos.
En otras palabras, obtienes resultados que rivalizan con los pesticidas químicos, pero de forma natural y segura.
Consejos adicionales para el control natural de plagas
El aceite de neem es poderoso por sí solo, pero también puedes combinarlo con otros métodos naturales para una protección aún mejor:
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