Cuando la cebolla esté traslúcida incorporamos a la sartén la carne picada, removiendo sin parar, hasta que esté dorada. Entonces añadimos un poco de sal y el vino tinto, y dejamos que se evapore el líquido, removiendo de vez en cuando.
Cuando ya no quede nada de líquido añadimos 125 ml. de leche, los tomates que teníamos reservados, la pimienta y la nuez moscada. Bajamos el fuego y dejamos que vaya despareciendo la leche, removiendo de vez en cuando. A continuación añadimos a la salsa la zanahoria que hemos cocido previamente, cortada en rodajas finas, y dejamos que se vaya haciendo la salsa durante un cuarto de hora aproximadamente.
Mientras tanto, aprovechamos para hacer la bechamel y las hojas de lasaña. Ponemos unos tres litros de agua a fuego medio. Cuando hierva añadimos un poco de sal e introducimos las hojas de lasaña. Dejamos que se haga el tiempo indicado por el fabricante. Cuando estén listas, sacamos del agua, las metemos brevemente bajo con un chorro de agua fría y las depositamos separadas sobre un paño de tela limpio, para que se absorba el agua sobrante.
Para hacer la bechamel ponemos la mantequilla en una cacerola, a fuego medio. Cuando se derrita incorporamos la harina y removemos, hasta que se tueste un poco. Después, añadimos medio litro de leche caliente y removemos con unas varillas. Solo queda añadir una pizca de sal, nuez moscada rallada y pimienta, al gusto. Todo este proceso se hace poco a poco, durante un cuarto de hora aproximadamente.
Una vez tenemos hecha la salsa, la bechamel y las hojas de lasaña, cogemos un recipiente apto para el horno y lo engrasamos con un poco de mantequilla. A continuación ponemos una hoja de lasaña, vertemos un cuarto de la salsa que hemos preparado, ponemos la otra hoja, volvemos a colocar otro cuarto de salsa y terminamos con una hoja de lasaña. Repetimos el mismo proceso justo al lado para obtener dos lasañas individuales.
Ponemos a precalentar el horno a 200º C. Mientras se calienta, vertemos sobre las hojas de lasaña la bechamel. Añadimos un poco de queso rallado y metemos al horno, con el gratinador en marcha, durante unos siete minutos. Después sacamos del horno, emplatamos y decoramos con una hoja de albahaca, para dar color al plato. ¡Delicioso!