Preston fue acusado de delitos graves. Pero mientras se desarrollaba la investigación, los activos de la empresa fueron congelados. De la noche a la mañana, la mansión y el imperio se desvanecieron.
Pensé que todo había desaparecido, hasta que Daniel regresó con un sobre.
Dentro había una carta de Walter, escrita con letra temblorosa:
Colton, si estás leyendo esto, Preston ha hecho lo que temía. No podía dejarle mi empresa, pero tampoco podía dejar que desapareciera. Creé un fideicomiso para tus hijos. Jace, Lily y Noah estarán a salvo, educados y nunca volverán a pasar hambre. No son miles de millones, pero es libertad. Úsalo con sabiduría. La mejor herencia que puedes darles es tu amor.
Se adjuntaron documentos que confirmaban un fondo fiduciario de 7 millones de dólares para mis hijos.
Caí de rodillas, agarrando la carta y con lágrimas de alivio corriendo por mis mejillas.
Un nuevo comienzo
Ya no vivimos en una mansión. Solo en un sencillo apartamento de alquiler de tres habitaciones en un barrio tranquilo. Jace juega al baloncesto en el centro comunitario. Lily ha vuelto a clases de baile. Noah por fin tiene su propia cama.
Todas las noches los arropo y les susurro las palabras de Walter: “La mayor herencia es tu amor”.
Di tres dólares para ayudar a un desconocido. A cambio, mis hijos consiguieron un futuro que jamás podría haberles dado.
No sé si fue el destino, la fe o la suerte. Pero sí sé esto: a veces, la decisión más pequeña abre la puerta más grande.