“La única manera de describir lo sucedido es decir que este hermoso niño padecía dos afecciones muy raras y completamente independientes. Una de ellas tenía una causa desconocida”, escribió Lisa Hough, abuela de Karson. Los médicos sospechaban que el dulce Karson padecía una hemorragia en el lóbulo temporal izquierdo, además de hiperglicinemia no cetósica (HNC), un trastorno genético poco común que provoca la acumulación de glicina en tejidos y fluidos corporales.
Los médicos dijeron que las probabilidades de supervivencia eran escasas. Después de un tiempo, aconsejaron a la familia desconectar a Karson del soporte vital.
Lo pensaron detenidamente y decidieron que lo mejor era seguir el consejo de los médicos. Mientras oraban juntos, les dijeron que solo tendrían unos diez minutos con Karson antes de que falleciera.
Una vez que desconectaron el respirador, el bebé empezó a respirar de repente por sí solo. Los médicos, asombrados, lo llamaron un milagro.
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