
“Me casaré con la próxima mujer que pase por esa puerta”, declaró el director ejecutivo con seguridad, pero en el momento en que la abrió, se quedó sin aliento.
“No la esperaba, eso es todo.”
“Entonces, ¿de verdad vas a pedirle matrimonio?”
Ethan miró el horizonte de Manhattan con una expresión indescifrable. “Sí. Lo haré.”
Y con eso, el hombre que creía que el amor era una broma empezó a planear una propuesta… a una desconocida que accidentalmente le entregó el correo.
Pero no sabía que Olivia Lane no era solo una barista.
Y definitivamente no sabía qué ocultaba.
Ethan Kade, multimillonario tecnológico, anunció en un momento de bravuconería que se casaría con la primera mujer que entrara por la puerta de la sala de conferencias. Cuando esa mujer resultó ser Olivia Lane, una barista de voz suave que entregaba el correo perdido, se sintió inesperadamente afectado. Pero hizo una promesa, y ahora se prepara para cumplirla. Lo que no sabe es que… Olivia Lane no es quien dice ser.
Dos días después, Ethan estaba afuera de la cafetería en el quinto piso de su edificio, un lugar en el que nunca había puesto un pie hasta ese día. Una docena de pasantes curiosos y asociados…