Además de proteger contra la oxidación, este orificio también lubrica el interior de los candados en caso de que se atasquen. Con el tiempo, el polvo y la suciedad pueden acumularse en el interior, dificultando el funcionamiento del mecanismo.
Consejo de mantenimiento: Inyectando unas gotas de aceite lubricante (como WD-40) directamente en este orificio, puede garantizar un funcionamiento suave y evitar que las cadenas se atasquen.
Candados diseñados para resistir la intemperie
Si usa una cadena en exteriores y desea evitar la corrosión, existen modelos especialmente diseñados para soportar condiciones extremas. Algunas cadenas están hechas de acero inoxidable o recubiertas con un revestimiento anticorrosivo especial, lo que las hace menos susceptibles a los efectos de la humedad y garantiza una mayor vida útil.
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