Fresco o cocido, siempre saludable
Curiosamente, el licopeno se absorbe mejor cuando el tomate está cocido y acompañado de un poco de grasa saludable, como el aceite de oliva. Esto significa que la salsa de tomate casera puede ser incluso más beneficiosa que comerla cruda, siempre que no se exceda con la sal o el azúcar añadido. Sin embargo, los tomates frescos siguen siendo una excelente opción para aprovechar sus vitaminas y frescura.
Precauciones
Aunque el tomate es saludable para la mayoría de las personas, quienes padecen reflujo gastroesofágico o acidez estomacal frecuente pueden encontrar este alimento incómodo, ya que es naturalmente ácido. En estos casos, es recomendable moderar su consumo o prepararlo de forma que reduzca su acidez, como cocinarlo con verduras dulces o añadir un toque de bicarbonato de sodio.
Conclusión
El tomate es mucho más que un simple ingrediente decorativo: es un alimento repleto de nutrientes y beneficios que puede mejorar la salud de múltiples maneras. Ya sea en ensaladas, guisos, salsas o jugos, su consumo regular puede proporcionar defensas adicionales para el cuerpo, cuidar la piel, proteger el corazón y contribuir a una dieta equilibrada.
Así que la próxima vez que tengas un tomate en tus manos, recuerda que estás sosteniendo un verdadero regalo de la natural
