Su madrastra la obligó a comprometerse con un hombre sin hogar, pero el destino tenía otros planes.
—Sí. Una… que te cambia la vida —respondió Clarissa crípticamente. Al entrar en la Quinta Avenida, Clarissa le indicó al coche que se detuviera. Golpeó la ventanilla y señaló: «Ahí está». Grace miró hacia afuera. Un hombre sin hogar estaba desplomado en el pavimento, con el cabello desordenado y la ropa deshilachada. —Estás bromeando —dijo … Read more