Extras opcionales
Hierbas: agregue romero fresco o tomillo a la masa para darle un toque extra de sabor.
Aceitunas: agregue aceitunas verdes o negras picadas para darle un toque mediterráneo.
Ajo: se puede incluir ajo picado en la masa o espolvorearlo por encima antes de hornear para darle una profundidad fragante.
Tomates secados al sol: estos le agregan un componente ácido y sabroso al pan. Queso: Agrega parmesano rallado o pecorino romano a la masa o úsalo como cobertura antes de hornear.
Consejos para tener éxito
Trabaja con una masa bien hidratada: una proporción alta de agua y harina es clave para que la ciabatta tenga una miga aireada y abierta. La textura pegajosa de la masa es normal, así que no te preocupes por eso.
Minimiza el amasado: a diferencia de otros panes, la masa de ciabatta no se trabaja demasiado. Construye la estructura de la masa gradualmente doblándola y estirándola en lugar de amasarla vigorosamente.
Deja que la fermentación sea prolongada: deja que la masa suba lentamente, idealmente en el refrigerador durante varias horas o durante la noche, para obtener el mejor sabor y textura.
Prepara la superficie para hornear: la ciabatta se hornea mejor en una piedra para pizza, una bandeja para hornear o una sartén de hierro fundido precalentada a una temperatura alta para crear la corteza crujiente característica.
Maneja la masa con cuidado: evita desinflarla demasiado al darle forma. No la fuerces ni la manipules bruscamente.
Procedimiento
Amasar la harina
En un bol grande, mezclar el azúcar, la sal y la harina. En un plato aparte, mezclar la levadura con agua tibia y dejar reposar durante 5 minutos para que forme espuma.
Combinar la mezcla de harina, la mezcla de levadura y el aceite de oliva. Mezclar y amasar durante un par de minutos hasta que se forme la masa.
Levadura inicial
Cubrir el bol con un paño húmedo o film transparente y dejar leudar en un lugar cálido durante 1 o 2 horas, o hasta que haya duplicado su tamaño.
Doblar y estirar
Después de que la masa haya leudado, transferirla a una superficie ligeramente enharinada. Estirar y doblar la masa por la mitad, luego dejar reposar durante 15 minutos.
Continuar estirando y doblando la masa cada 15 minutos durante 1 hora. Esto evita amasar demasiado mientras se desarrolla la estructura de la masa.
Dar forma a la masa
Después del último pliegue, dividir la masa en dos porciones. Enrollar suavemente cada porción hasta formar un rectángulo irregular, teniendo cuidado de no desinflar demasiado la masa.
Coloca la masa formada sobre una bandeja para hornear forrada con papel pergamino, dejando suficiente espacio entre ellas. Cubre con un paño y deja reposar durante otros 30 a 45 minutos.
Prepara el horno
Precalienta el horno a 220 °C (430 °F). Coloca una piedra para pizza o una bandeja para hornear en el horno para calentar.
Hornea los panes durante 20 a 25 minutos hasta que estén dorados y suenen huecos al golpearlos en la parte inferior.
Deja que el pan se enfríe sobre una rejilla antes de cortarlo y servirlo.