1. Cocinar la Pasta
Llena una olla grande con agua y añade una pizca generosa de sal.
Lleva el agua a ebullición y añade la pasta. Cocina según las instrucciones del paquete hasta que esté al dente (firme pero cocida).
Una vez lista, escurre la pasta y reserva un poco del agua de cocción (aproximadamente 1/2 taza). Esto ayudará a ajustar la consistencia de la salsa más adelante.
2. Preparar el Pollo
En una sartén grande, calienta 1 cucharada de aceite de oliva a fuego medio-alto.
Añade las tiras o cubos de pollo, sazónalos con sal y pimienta, y dóralos por ambos lados.
Cocina el pollo hasta que esté bien cocido (no debe quedar rosado por dentro).
Retira el pollo de la sartén y resérvalo en un plato aparte.
3. Saltear los Champiñones
En la misma sartén, agrega otra cucharada de aceite de oliva junto con 1 cucharada de mantequilla.
Incorpora los champiñones laminados y saltéalos a fuego medio hasta que estén dorados y hayan soltado su agua.
Añade el ajo picado y la cebolla finamente picada. Cocina hasta que la cebolla esté suave y fragante.
4. Preparar la Salsa
Vuelve a colocar el pollo en la sartén junto con los champiñones.
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