Pedimos 1 una ensalada, pero había pequeñas motas negras en la comida; nos llevó directamente al hospital.

Así que sí, esta historia puede parecer extrema, pero nos recordó algo esencial:  nuestra alimentación merece toda nuestra atención . Sin caer en la paranoia, unas sencillas acciones pueden marcar la diferencia:

  • Ojo  : un plato demasiado perfecto puede a veces esconder detalles sospechosos.
  • Escucha tus instintos  : si algo parece anormal, es mejor evitarlo.
  • Elija lugares transparentes  : aquellos que especifiquen el origen de sus productos y sus normas de higiene.
  • No dudes en denunciar  : aunque sea incómodo, puede evitar futuros incidentes.

Y sobre todo, esta noche nos enseñó a mantener la perspectiva. Porque al final, no es un contratiempo lo que nos impedirá disfrutar de una buena comida. Pero a partir de ahora, nos  miramos dos veces antes de hundir el tenedor en el plato… ¡y ya no bromeamos con esas pequeñas manchas negras sospechosas!

A veces sólo hace falta un pequeño detalle en una ensalada para abrirnos los ojos a grandes verdades.

 

 

Todo parecía perfecto. El ambiente, la música, los platos presentados con esmero. Mi amiga, aficionada a las recetas equilibradas, había elegido una ensalada de aguacate y quinoa. Justo cuando estaba a punto de darle un mordisco, su expresión cambió.

“¿Ves eso?”,  preguntó, señalando su tenedor, suspendido entre el plato y su boca. Pequeños puntos negros. Diminutos. Demasiado regulares para ser aleatorios, pero lo suficientemente discretos como para pasar desapercibidos. En aquel momento, pensamos que eran  semillas de chía . Al fin y al cabo, están de moda, ¿no? Pero algo andaba mal. Esa duda se convirtió rápidamente en inquietud.

Cuando la duda da paso al asombro

 

 

 

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