Podría comer este postre todos los días y no cansarme nunca.

Para una versión sin lácteos, sustituye la nata para montar y la leche entera por leche de coco y crema de coco. Si prefieres un sabor menos ácido, reduce la cantidad de pulpa de maracuyá y aumenta ligeramente la de extracto de vainilla. Para un toque original, añade pepitas de chocolate blanco o un toque de salsa de frambuesa justo antes de congelar. Si tienes niños más exigentes con la comida, considera preparar media tanda con una fruta más suave, como mango o melocotón, para que se adapten fácilmente al sabor único del maracuyá.

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