1. Precalentar y preparar:
Precalentar el horno a 160 °C (320 °F). Forrar el fondo de un molde redondo para pastel de 20 cm con papel vegetal. Untar ligeramente los lados con mantequilla.
2. Mezcla de queso crema:
En un recipiente resistente al calor, combine el queso crema, la mantequilla y la leche. Coloque el recipiente sobre una olla con agua hirviendo a fuego lento (para baño maría) y revuelva la mezcla continuamente hasta que esté suave y completamente integrada. Retire el recipiente del fuego y deje que la mezcla se enfríe un poco.
3. Ingredientes secos:
Tamizar la harina de repostería y la maicena en un recipiente aparte. Reservar.
4. Yemas de huevo:
Bata las yemas de huevo en un tazón grande hasta que adquieran un tono claro y pálido. Añada gradualmente la mezcla de queso crema fría a las yemas, batiendo hasta que se integren por completo. Incorpore lentamente la harina tamizada hasta obtener una masa suave y sin grumos.
5. Claras de huevo:
En un recipiente limpio aparte, bata las claras de huevo hasta que estén espumosas. Añada el crémor tártaro (opcional) y siga batiendo hasta que se formen picos suaves. Añada el azúcar poco a poco, mientras bate las claras hasta que estén firmes.
6. Mezclar:
Incorporar suavemente las claras batidas a la masa de queso crema en tres partes. Procurar no mezclar demasiado ni desinflar la masa.
7. Preparación para hornear:
Vierta la masa en el molde preparado. Golpee ligeramente el molde contra la encimera para eliminar las burbujas de aire. Prepare un baño maría colocando el molde en un molde más grande y llenando este último con agua caliente.
8. Hornear:
Hornear en el horno precalentado durante 60–70 minutos, o hasta que el pastel esté dorado en la parte inferior y al insertar un palillo en el centro, éste salga limpio.
9. Enfriar:
Apague el horno y deje el pastel dentro con la puerta ligeramente abierta durante unos 15 minutos. Esto evita cambios bruscos de temperatura que pueden hacer que el pastel se desmorone. Retire el pastel del baño María y colóquelo sobre una rejilla. Déjelo enfriar completamente en el molde.
10. Servir:
Una vez frío, desmolde con cuidado el pastel. Espolvoree la superficie con azúcar glas antes de servir. ¡Corte, sirva y disfrute de la textura ligera y esponjosa de su pastel de queso de algodón japonés!