3 patatas hervidas, machacadas
1 cebolla, picada finamente
1 cucharadita de pasta de tomate
Sal, pimienta negra y hojuelas de pimiento rojo, al gusto
1–2 cucharadas de aceite (para saltear)
Preparación
1. Preparación de la masa:
En un bowl grande, mezcla la leche tibia, el agua tibia, el aceite, la levadura, el azúcar y la sal. Deja reposar durante 5 minutos hasta que la mezcla comience a formar burbujas, señal de que la levadura está activa.
Añade la harina poco a poco, mezclando con una espátula o con las manos hasta formar una masa suave pero ligeramente pegajosa.
Amasa durante 10 minutos hasta que la masa quede elástica y homogénea.
Cubre el bowl con un paño húmedo y deja reposar en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora o hasta que la masa duplique su tamaño.
2. Preparación del relleno:
En una sartén, calienta el aceite y sofríe la cebolla hasta que esté transparente y dorada.
Agrega la pasta de tomate y cocina durante 2 minutos, mezclando bien.
Añade las patatas machacadas y mezcla hasta que todo esté bien incorporado.
Condimenta con sal, pimienta negra y hojuelas de pimiento rojo al gusto.
Retira del fuego y deja enfriar completamente antes de rellenar la masa.
3. Armado y horneado:
Divide la masa en porciones del tamaño de una pelota de golf.
Estira cada porción y coloca una cucharada de relleno en el centro.
Cierra la masa formando un rollo o bola, asegurándote de sellar bien los bordes.
Coloca los rollos en una bandeja para hornear forrada con papel pergamino.
Cubre con un paño húmedo y deja reposar durante 30 minutos.
Precalienta el horno a 180°C (350°F).
Hornea los rollos durante 20–25 minutos o hasta que estén dorados y esponjosos.
Al sacar del horno, pincela los rollos calientes con la mantequilla derretida para darles un brillo adicional y sabor extra.
Consejos adicionales para un resultado perfecto:
Controla la temperatura de la leche y el agua: Si están demasiado calientes, pueden matar la levadura; si están muy frías, la levadura no se activará correctamente.
No añadas toda la harina de golpe: Añade la harina poco a poco hasta que la masa esté suave pero ligeramente pegajosa.
Deja suficiente tiempo para que la masa repose: La fermentación lenta da como resultado, una masa más esponjosa y sabrosa.
Deja enfriar un poco antes de servir: Esto permitirá que la textura del pan se asiente y el relleno conserve mejor el sabor.
Esta receta combina la suavidad de la masa con el sabor especiado y reconfortante del relleno de patata. ¡Una opción deliciosa y fácil de preparar que encantará a todos!
Rollitos de pan rellenos de patata
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