
Sarcopenia: Causas de pérdida muscular y soluciones
Con la edad, algunas hormonas que ayudan a los músculos (como el IGF-1 o la hormona del crecimiento) disminuyen. La recuperación muscular es más lenta, la absorción de nutrientes se vuelve menos eficiente… en resumen, el cuerpo se debilita.
Hábitos poco beneficiosos para los músculos
Pequeños hábitos que debilitan los músculos incluyen saltarse comidas, evitar las proteínas, no hacer suficiente ejercicio y pasar demasiado tiempo sentado o inactivo. La inactividad es incluso el principal factor de riesgo. Y no olvidemos la deficiencia de vitamina D, muy extendida en Francia y que afecta al tono muscular.
Algunas enfermedades silenciosas.
La diabetes, los trastornos tiroideos, la inflamación crónica e incluso las enfermedades neurológicas pueden agravar la pérdida muscular, a veces sin síntomas evidentes.
¿Cómo saber si tus músculos están empezando a fallar?
¡No necesitas máquinas pulidas para notar las primeras señales! Aquí tienes algunas señales de alerta:
Tienes dificultad para levantarte de una silla sin impulso.
Subir un tramo de escaleras te hace sentir más sin aliento que antes. Tus brazos y muslos lucen menos tensos que antes.
Puedes experimentar tropiezos y pérdida de equilibrio, así como mayor fatiga sin causa aparente.
Si varios de estos síntomas te afectan, una breve consulta con tu médico puede ser beneficiosa para evaluar tu estado.
Protege tus músculos: buenos hábitos diarios
¡La buena noticia es que podemos actuar! Incluso a los 70, nunca es tarde para fortalecer tus músculos. Solo necesitas un poco de flexibilidad… y ánimo.
¡Muévete con inteligencia, pero muévete!
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