Debido a que el tumor puede interferir con la respiración y la deglución normales, la saliva puede acumularse y salirse de la boca durante el sueño. Si su babeo se acompaña de alguno de estos síntomas, especialmente bultos en el cuello, no dude en consultar a un médico.
2. Cáncer de esófago
El esófago es el conducto que transporta los alimentos desde la boca hasta el estómago. El cáncer de esófago puede dificultar la deglución (una afección llamada disfagia), causar dolor al comer y, en ocasiones, provocar babeo excesivo, especialmente por la noche. Esto sucede porque:
Un tumor estrecha el esófago, impidiendo que la saliva baje con normalidad.
El reflujo ácido y la irritación aumentan la producción de saliva.
El reflejo de deglución se vuelve menos efectivo al dormir.
Otros signos de alerta del cáncer de esófago incluyen pérdida de peso inexplicable, acidez estomacal persistente y molestias en el pecho. Si bien babear por sí solo no significa que tenga cáncer, el babeo combinado con dificultad para tragar debe revisarse de inmediato.
3. Cáncer de glándulas salivales
Las glándulas salivales son responsables de producir saliva. Se encuentran dentro y alrededor de la boca y la mandíbula, incluyendo las glándulas parótida, submandibular y sublingual. El cáncer en estas glándulas puede alterar la regulación de la saliva, causando sobreproducción o cambios en la textura de la saliva.
Los signos de cáncer de glándulas salivales pueden incluir:
Inflamación cerca de la mandíbula o debajo de la oreja
Dolor o entumecimiento en una parte de la cara
Dificultad para abrir bien la boca
Sequedad bucal persistente o, por el contrario, babeo excesivo
Este tipo de cáncer es poco común, pero no debe ignorarse, especialmente si nota hinchazón o bultos inusuales en la zona de la mandíbula.
Cuándo buscar ayuda médica
No todos los casos de babeo están relacionados con el cáncer, ni mucho menos. Muchos factores inofensivos, como dormir boca abajo, alergias estacionales, infecciones sinusales o problemas dentales, pueden causarlo. Sin embargo, debe consultar a un profesional de la salud si:
El babeo es persistente y ocurre la mayoría de las noches
Se acompaña de problemas para tragar, obstrucción nasal o hinchazón facial
Tiene pérdida de peso inexplicable, tos crónica o sangre en la saliva
Un diagnóstico temprano puede marcar una diferencia significativa en los resultados del tratamiento para cualquier afección grave, incluido el cáncer.
En resumen:
El babeo ocasional no suele ser motivo de preocupación. Pero si se vuelve algo habitual, sobre todo si se acompaña de otros síntomas preocupantes, conviene hacerse una revisión. El cuerpo suele susurrar antes de gritar; presta atención a las pequeñas señales y podrías detectar un problema mientras aún es tratable.
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