Instrucciones
Precalienta el horno a 175 °C (350 °F).
Divide la masa de galletas en 8 galletas y aplánalas ligeramente con las manos.
Coloca una rebanada de rosbif y una de queso provolone sobre cada galleta.
Dobla los bordes de la masa sobre el relleno y sella con los dedos, formando una bola.
Coloca los bizcochos rellenos con la costura hacia abajo en una fuente de horno engrasada.
En un tazón pequeño, mezcla la mantequilla derretida, la salsa Worcestershire, el ajo en polvo, la cebolla en polvo, el tomillo, el romero, la sal y la pimienta.
Pincela generosamente la superficie de los bizcochos con la mezcla de mantequilla.
Hornea en el horno precalentado durante 20-25 minutos, o hasta que los bizcochos estén dorados y bien cocidos.
Mientras se hornean, calienta el caldo de res en una cacerola pequeña a fuego medio hasta que esté tibio.
Sirva las galletas calientes con el caldo de res a un lado para mojar.
Variaciones y consejos
: Para un toque más picante, añade una rodaja de jalapeño o un chorrito de salsa picante dentro de cada galleta antes de sellarlas. También puedes experimentar con diferentes quesos, como el suizo o el cheddar, para un sabor diferente. Si buscas una opción vegetariana, prueba con champiñones y cebollas salteados en lugar de rosbif. Para ahorrar tiempo durante una semana ajetreada, puedes preparar las galletas con antelación y guardarlas en el refrigerador hasta que estés listo para hornearlas.