Su madrastra la obligó a comprometerse con un hombre sin hogar, pero el destino tenía otros planes.
Un año después
Ya no eran solo compañeros de caridad. Eran compañeros de vida.
El verdadero compromiso se produjo silenciosamente, bajo el mismo árbol de Central Park donde habían compartido su primera conversación honesta.
Ethan sacó un anillo, uno que compró con su primer cheque de pago del centro.
—Grace —dijo con voz temblorosa—, me salvaste de más maneras de las que puedo expresar. No con dinero, sino con respeto.
Su madrastra la obligó a comprometerse con un hombre sin hogar, pero el destino tenía otros planes.
Su madrastra la obligó a comprometerse con un hombre sin hogar, pero el destino tenía otros planes.
Su madrastra la obligó a comprometerse con un hombre sin hogar, pero el destino tenía otros planes.
Un reportero se acercó. «Señor Eaton, ¿cómo le propuso matrimonio?»
—En la Quinta Avenida —dijo Ethan con sequedad—. Donde empiezan todos los grandes romances.
Grace se rió a pesar suyo. El reportero sonrió radiante. “¡Menuda historia!”
Y así transcurrió la noche: fotos, discursos, brindis. Ethan mantuvo la humildad en sus respuestas. Habló de segundas oportunidades y resiliencia. Improvisadas y crudas, sus palabras conmovieron a la sala.

Clarissa estaba furiosa.
Después del incidente, en la limusina, ella susurró: «Se suponía que ibas a ser una vergüenza. ¿Qué pasó?».
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