Tarta de queso invertida con piña

Prepara la capa de piña:
Precalienta el horno a 350 °F (175 °C). Engrasa un molde desmontable de 9 pulgadas y forra el fondo con papel pergamino.
Vierte la mantequilla derretida en el molde y espolvorea el azúcar morena uniformemente sobre ella. Coloca las rodajas de piña en una sola capa sobre el azúcar, colocando cerezas en los centros de las rodajas.
Prepara la capa de tarta de queso:
En un tazón grande, bate el queso crema y el azúcar hasta que esté suave. Agrega los huevos, uno a la vez, mezclando después de cada adición. Incorpora la vainilla, la crema agria y la crema espesa hasta que estén bien combinados.
Vierte la masa de tarta de queso sobre la capa de piña y alisa la superficie con una espátula. Hornea durante 45 a 50 minutos, o hasta que el centro esté listo. Deja enfriar por completo.
Prepara la capa de pastel:
En un tazón mediano, bate la mantequilla y el azúcar hasta que estén ligeros y esponjosos. Bate los huevos, uno a la vez, seguidos del extracto de vainilla.
En otro tazón, bate la harina, el polvo para hornear y la sal. Añade gradualmente los ingredientes secos a la mezcla húmeda, alternando con la leche, empezando y terminando con los ingredientes secos.
Vierte la masa del pastel sobre la capa de tarta de queso fría.
Hornea el pastel combinado:
Hornea durante 25-30 minutos más, o hasta que al insertar un palillo en la capa de pastel, este salga limpio. Deja que el pastel se enfríe en el molde durante 15 minutos antes de pasar un cuchillo por los bordes para desmoldar.
Voltéalo y sírvelo:
Voltéalo con cuidado sobre una fuente. Retira el molde desmontable y el papel vegetal. Enfríalo en el refrigerador durante al menos 2 horas antes de servir.

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