Crema:
En un recipiente pequeño, mezcle la gelatina en polvo con el agua fría y deje reposar durante aproximadamente. 5-10 minutos para hincharse.
En un tazón grande, mezcle el requesón (o mascarpone), el queso crema y la crema agria. Puedes utilizar un procesador de alimentos para lograr una consistencia suave.
Añade el edulcorante, la ralladura de limón y el extracto de vainilla. Pruebe y añada más edulcorante si es necesario.
Calienta suavemente la gelatina hinchada en una cacerola pequeña o en el microondas hasta que se derrita (¡no la hiervas!).
Vierta lentamente la gelatina derretida en la mezcla de requesón y queso crema, revolviendo constantemente para evitar grumos.
Vierta la crema sobre la base de almendras preparada en el molde.
Alise la parte superior y cúbrala con papel de aluminio.
Enfríe el pastel en el refrigerador durante al menos 4 a 6 horas, o hasta que esté completamente firme.
Servicio:
Retire con cuidado el pastel del molde y decore la parte superior con ingredientes opcionales.
Consejos:
En lugar de harina de almendras, puedes utilizar otras harinas bajas en carbohidratos, como la harina de coco (pero absorbe más líquido, por lo que es posible que tengas que ajustar la cantidad de mantequilla).
La cantidad de edulcorantes se puede ajustar al gusto.
También puedes utilizar lima o naranja en lugar de limón.
También puedes probar otros sabores en lugar de vainilla.
También puedes utilizar agar-agar en lugar de gelatina para obtener una versión vegetal (la dosis puede variar con respecto a la gelatina, sigue las instrucciones del envase).
También puedes hacer una gelatina de frutas baja en carbohidratos encima del pastel.
¡Disfruta de esta deliciosa y libre de culpa tarta de queso!