También es común que, en la última etapa de su vida, los perros pierdan interés en sus juguetes favoritos, en sus dueños o en cualquier actividad que antes los hacía felices. Este alejamiento emocional puede ser su forma de prepararse para partir.
Es difícil decir adiós a un compañero que nos ha dado tanto amor y felicidad, pero cuando el momento se acerca, lo mejor que podemos hacer por ellos es darles cariño, tranquilidad y un ambiente sereno. Consultar con un veterinario sobre opciones para minimizar el dolor y garantizar su bienestar es fundamental en este proceso.
El tiempo con nuestros perros nunca es suficiente, pero cada instante a su lado es un regalo. Cuando llegue el momento, lo único que podemos hacer es estar con ellos, asegurarnos de que se sientan amados hasta el último segundo y recordar que, aunque físicamente se vayan, su huella en nuestro corazón será eterna. ❤️